Tanto como persona y también futbolista, es la primera vez que tengo experiencia con un trabajo de coaching. Sabía que era algo que se estaba implementando mucho, tanto en la vida personal como en los trabajos y actividades de las personas pero no había tenido una experiencia con el mismo, por lo tanto no sabía bien en que consistía el trabajo del coach.
En un principio las actividades fueron mas que nada lúdicas y recreativas pero mas que nada supongo que lo que se buscaba era motivación grupal y la activación mental de cada uno, más allá de la recreación.
Con el correr de las sesiones, se veía una dinámica distinta en el grupo. Muchas veces luego de la competencia, hacíamos devoluciones individuales al grupo de como vimos al plantel y las sensaciones dentro del campo de juego. Se permite que cada uno sea libre de decir y opinar lo que piensa. En un principio los que más hablaban era los jugadores más grandes, o de más experiencia, pero a medida que las charlas avanzaban, cada vez más jugadores se abrían a dar sus opiniones.
Ya con un tiempo mas consolidado de trabajo, se empezó a trabajar en grupos mas reducidos, donde nosotros los jugadores tenemos un trato más directo con el coach y trabajar situaciones mas especificas de la función de cada uno en el terreno de juego.
En resumen, desde la experiencia que adquirí desde que empezamos a trabajar, pienso que si un club o institución tiene la posibilidad de brindar esta herramienta a un plantel, es algo que puedo incrementar en un 100% el potencial de un grupo de trabajo.